viernes, 30 de abril de 2010

Destrucción y construcción


"La tragedia es nuestra penitencia, pero no nuestro destino" dijo Eduardo Galeano (casi con su cara apoyada en su mano) en un debate sobre lo que pasó y sigue pasando en Haití.

Hablaron de la reconstrucción (o mejor dicho, construcción) del país sobre las ruinas. De la destrucción por las propias vulnerabilidades (anárquica y endeble edificación, por ejemplo... tan aplicable a la vida misma). Un pueblo que fue sombra desde el comienzo, es necesario que ahora sea luz y creación a partir de lo que le pasó. ¿Será posible? La respuesta quiero creer que la vislumbré antes de que se lo cuestione. Proyectaron un corto, previo al debate, con testimonios haitianos. Y en eso muestran a un grupito de jóvenes con guitarras y percusiones, en medio de un campamento... cantaban en francés, bailando con ritmo africano, que Haití bailaba con el sismo y que se iba a levantar. Estaban transformando la tragedia... en arte.

También se preguntaron sobre la seguridad que necesita ahora el pueblo, si tiene que venir de afuera, o de adentro. Yo creo que los soldaditos de plomo que envió Obama no dan eso, y que esta gran pregunta casi se responde con el párrafo anterior.

No podemos vivir eternamente rodeados de muertos y de muerte.
Y si todavía quedan prejuicios hay que destruirlos.
"El deber"
digo bien
"EL DEBER"
del escritor, del poeta, no es ir a encerrarse cobardemente en un texto, un libro, una revista de los que ya nunca más saldrá, sino al contrario salir afuera
para sacudir
para atacar
al espíritu público
si no
¿para qué sirve?
¿y para qué nació?

Antonin Artaud


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