jueves, 22 de octubre de 2009

La libido y la evolución del yo

"Un fuerte egoísmo preserva de enfermar, pero al final uno tiene que empezar a amar para no caer enfermo, y por fuerza enfermará si a consecuencia de una frustración no puede amar."
Sigmund Freud

lunes, 14 de septiembre de 2009

La foto salió movida

Un cronopio va a abrir la puerta de calle, y al meter la mano en el bolsillo para sacar la llave lo que saca es una caja de fósforos, entonces este cronopio se aflige mucho y empieza a pensar que si en vez de la llave encuentra los fósforos, sería horrible que el mundo se hubiera desplazado de golpe, y a lo mejor si los fósforos están donde la llave, puede suceder que encuentre la billetera llena de fósforos, y la azucarera llena de dinero, y el piano lleno de azúcar, y la guía del teléfono llena de música, y el ropero lleno de abonados, y la cama llena de trajes, y los floreros llenos de sábanas, y los tranvías llenos de rosas, y los campos llenos de tranvías. Así es que este cronopio se aflige horriblemente y corre a mirarse al espejo, pero como el espejo está algo ladeado lo que ve es el paragüero del zaguán, y sus presunciones se confirman y estalla en sollozos, cae de rodillas y junta sus manecitas no sabe para qué. Los famas vecinos acuden a consolarlo, y también las esperanzas, pero pasan horas antes de que el cronopio salga de su desesperación y acepte una taza de té, que mira y examina mucho antes de beber, no vaya a pasar que en vez de una taza de té sea un hormiguero o un libro de Samuel Smiles.

Julito Cortázar

(Confirmado. Si Cortázar y yo nos hubiéramos conocido, podría decir que se inspiró en mi para describir a los cronopios.)

sábado, 5 de septiembre de 2009

Agua de deshielo


Qué bárbaro. Venía caminando por una ruta desolada y se me habían ocurrido unas palabras para empezar a escribir. Ahora que llegué al lugar que tenía planeado me siento a escribirlas y las perdí. Sólo me acuerdo la idea principal: el título de ésto...
La verdad es que me siento como este agua de deshielo que escucho de lejos, de cerca. Agua que corre libre (o encausada) tras haber sido paralizada por el frío y convertida en hielo durante un tiempo, que ahora el sol devuelve a su otro hábitat.
Siento que sentí un pico máximo de estrés al haber "terminado" la carrera... y no quiero volver a sentirlo. Por eso corté y escapé, de eso y otras cosas, a un lugar que amo. No sé si es necesario que todos experimenten alguna vez en su vida un viaje a solas, tal vez este encuentro con uno mismo también se puede lograr charlando con personas, yendo al psicólogo, leyendo un libro, viendo una película... o visitando algún lugar. Pero, como buena maduradora lenta que soy, necesité hacer todo eso más o menos al mismo tiempo... para llegar a ser la persona que soy hoy. Que no soy la misma que ayer... como el agua, que ayer fue hielo... y hoy es parte de este lago.

jueves, 20 de agosto de 2009

Como agua para chocolate... o sobre las sopas instantáneas

Este texto circula por todos lados... y hasta le adjudican una parte a John Lennon. Lo cierto es que lo leí por primera vez el año pasado y lo había entendido, a medias, dentro de un gran dolor. Hoy lo vuelvo a leer y me vuelvo a ver a mi, y si bien ya no hay dolor, hay otra Natalí, hay un crecimiento que no se puede describir en palabras... hay una Natalí que está en ese camino, revolviendo, aprendiendo, haciéndose cheff...
Que lo disfruten.

¿Has probado las sopas instantáneas? Un poco de agua, revolver, y... ¡listo!.
Bien... nos han hecho creer que el Amor también es así: instantáneo.
Dos que se atraen en los primeros diez minutos de la película, transitan cuatro días o dos meses con encendidas miradas que se cruzan... ¡y ya está! Entonces se dicen las ineludibles palabras: "TE AMO". ¡No, no, no! ¡Corte, señor Director! ¡Ese guión está mal escrito!.

El Amor no es una sopa instantánea: es una comida compleja, de cocción muy, muy lenta...
Es más: nos han hecho creer que "cuando el Amor aparece" es como si estuvieras ante una mesa con mantel blanco y velas encendidas, y un Alguien anhelado te lo fuera a servir en bandeja de plata.
¡No, no, no! No te lo dan así: la vida te trae sólo una cesta rústica con muchos ingredientes.
Y tendrás que trabajar arduamente con ellos: llorar pelando cebollas, mascar amarguras, quemarte, equivocarte en la mezcla y tirarla una y cien veces.
Hasta que quizás logres cocer el manjar.
Y puede que tenga fecha de vencimiento.
Pero puede ser, en cambio, que hayas logrado gestar con el otro un alimento no-perecedero: en la India hay una palabra que es prema = devoción del uno hacia el otro.
Amor Consciente.
A medida que corta, pela, revuelve... cada cocinero se va transformando.
Pues es más que cocina: ¡es alquimia!
Y eso tiene un valor extraordinario, porque aunque lo cocido, al final, no fuera comido ya por nadie, -si el vínculo se malograra-, hay algo que justifica plenamente esa tarea: que el cocinero pueda salir del vínculo más maduro, más crecido... más sabio.
En ese caso, la experiencia que haya desarrollado implicará una pericia que le quedará disponible para sí mismo, pues se podrá perder o arruinar el objeto de amor, pero el Amor, jamás: es una habilidad que queda dentro de uno.

Sí: saber amar requiere de entrenamiento. (¡Nunca nos lo dijeron!)
Y cuando se dé una nueva ocasión es posible que ese cocinero, antes torpe, compruebe que se ha ido convirtiendo en un verdadero cheff: sabe distinguir mejor los ingredientes nobles de los potencialmente tóxicos, sabe descartar una mala poción a tiempo, sabe, cuando el potaje es bueno, tenerle paciencia al fuego lento para que no se arrebate con demasiada intensidad...

Todos lo sabemos en relación a la amistad: para que uno diga "Es mi mejor amigo", ¿cuántos años tienen que haber pasado? ¿cuántas pruebas superadas juntos?
Entonces: si decimos que una pareja es "más que una amistad", ¿cómo puede uno afirmar a los quince minutos de iniciada su propia película "es el hombre (o la mujer) de mi vida"?

Esa falta de realismo produce inevitablemente DOLOR. Pero ese dolor puede hacer que comprendamos que el Amor no es como nos lo dijeron.
Que necesitamos tirar a la basura nuestras insensatas creencias sobre lo que supuestamente es el Amor.
Que ese raro manjar sólo puede elaborarse con TIEMPO y con TRABAJO INTERNO: explorar un vínculo nuevo hasta conocerlo, y, sobre todo, CONOCERSE A SÍ MISMO A TRAVÉS DE ESE VÍNCULO. Eso es el Amor Consciente.

Nos hicieron creer que el 'gran amor', sólo sucede una vez, generalmente antes de los 30 años.
No nos contaron que el amor no es accionado, ni llega en un momento determinado.
Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad.
No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en nuestra vida merece cargar en las espaldas la responsabilidad de completar lo que nos falta.
Las personas crecen a través de la gente.
Si estamos en buena compañía es más agradable.

Nos hicieron creer en una fórmula llamada "dos en uno": dos personas pensando igual, actuando igual... ¡que era ESO lo que funcionaba!
No nos contaron que eso tiene un nombre: anulación.
Que sólo siendo individuos con personalidad propia podremos tener una relación saludable.
Nos hicieron creer que el casamiento es obligatorio y que los deseos fuera de término, deben ser reprimidos.
Nos hicieron creer que los lindos y flacos son más amados.
Nos hicieron creer que sólo hay una fórmula para ser feliz, la misma para todos, y los que escapan de ella están condenados a la marginalidad.

No nos contaron que estas fórmulas son equivocadas, frustran a las personas, son alienantes, y que podemos intentar otras alternativas.
Ah, tampoco nos dijeron que nadie nos iba a decir todo esto: cada uno lo va a tener que descubrir solito.

...Y entonces, cuando estés "enamorado de ti mismo" vas a poder ser feliz y te enamorarás de Alguien...

"Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor aunque la violencia se practica a plena luz del día."

domingo, 12 de julio de 2009

Jugando a la Rayuela

TIERRA

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- Pero el amor también podría ser eso - dijo Gregorovius -. Qué maravilla estar admirando a los peces en su pecera y de golpe verlos pasar al aire libre, irse como palomas. Una esperanza idiota, claro. Todos retrocedemos por miedo de frotarnos la nariz contra algo desagradable. De la nariz como límite del mundo, tema de disertación. ¿Usted sabe cómo se le enseña a un gato a no ensuciar en las habitaciones? Técnica del frotado oportuno. ¿Usted sabe cómo se le enseña a un cerdo a que no se coma la trufa? Un palo en la nariz, es horrible. Yo creo que Pascal era más experto en narices de lo que hace suponer su famosa reflexión egipcia.
- ¿Pascal? - dijo la Maga -. ¿Qué reflexión egipcia?
Gregorovius suspiró...

2
¿Por qué no aceptar lo que estaba ocurriendo sin pretender explicarlo, sin sentar las nociones de orden y de desorden, de libertad y Rocamadour como quien distribuye macetas con geranios en un patio de la calle Cochabamba?

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Una noche subí a mi taller, la encontré delante de un cuadro terminado esa mañana. Lloraba como lloraba ella, con toda la cara, horrible y maravillosa. Miraba mi cuadro y lloraba. No fui bastante hombre para decirle que por la mañana yo también había llorado. Pensar que eso le hubiera dado tanta tranquilidad, vos sabés cuánto dudaba, cómo se sentía poca cosa rodeada de nuestras brillantes astucias.

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Alguna vez había creído en el amor como enriquecimiento, exaltación de las potencias intercesoras. Un día se dio cuenta de que sus amores eran impuros porque presuponían esa esperanza, mientras que el verdadero amante amaba sin esperar nada fuera del amor, aceptando ciegamente que el día se volvería más azul y la noche más dulce y el tranvía menos incómodo. "Hasta de la sopa hago una operación dialéctica", pensó Oliveira.

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...la risa ella sola ha cavado más túneles útiles que todas las lágrimas de la tierra...

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Mirá, no es que yo ande buscando que me caiga un refusilo en la cabeza, pero siento que no debo defenderme con un pararrayos, que tengo que salir con la cabeza al aire hasta que sean las doce de algún día. Solamente después de esa hora, de ese día, me voy a sentir otra vez el mismo. No es por Horacio, amor, no es solamente por Horacio aunque él haya llegado como una especie de mensajero. A lo mejor si no hubiese llegado me hubiera ocurrido otra cosa parecida. Habría leído algún libro desencadenador, o me habría enamorado de otra mujer... Esos pliegues de la vida, comprendés, esas inesperadas mostraciones de algo que uno no se había sospechado y que de golpe ponen todo en crisis.

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Cada vez que entramos en una crisis es el absurdo total, comprendé que la dialéctica sólo puede ordenar los armarios en los momentos de calma. Sabés muy bien que en el punto culminante de una crisis procedemos siempre por impulso, al revés de lo previsible, haciendo la barbaridad más inesperada. Y en ese momento precisamente se podía decir que había como una saturación de realidad, ¿no te parece? La realidad se precipita, se muestra con toda su fuerza, y justamente entonces nuestra única manera de enfrentarla consiste en renunciar a la dialéctica, es la hora en que le pegamos un tiro a un tipo, que saltamos por la borda, que nos tomamos un tubo de gardenal como Guy, que le soltamos la cadena al perro, piedra libre para cualquier cosa. La razón sólo nos sirve para disecar la realidad en calma, o analizar sus futuras tormentas, nunca para resolver una crisis instantánea. Pero esas crisis son como mostraciones metafísicas, che, un estado que quizá, si no hubiéramos agarrado por la vía de la razón, sería el estado natural y corriente del pitecantropo erecto.
- Está muy caliente, tené cuidado - dijo la Maga.
- Y esas crisis que la mayoría de la gente considera como escandalosas, como absurdas, yo personalmente tengo la impresión de que sirven para mostrar el verdadero absurdo, el de un mundo ordenado y en calma, con una pieza donde diversos tipos toman café a las dos de la mañana, sin que realmente nada de eso tenga el menor sentido como no sea el hedónico, lo bien que estamos al lado de esta estufita que tira tan meritoriamente. Los milagros nunca me han parecido absurdos; lo absurdo es lo que los precede y los sigue.
- Y sin embargo - dijo Gregorovius, desperezándose - il faut tenter de vivre.

- El absurdo es que no parezca un absurdo - dijo sibilinamente Oliveira -. El absurdo es que salgas por la mañana a la puerta y encuentres la botella de leche en el umbral y te quedes tan tranquilo porque ayer te pasó lo mismo y mañana te volverá a pasar. Es ese estancamiento, ese así sea, esa sospechosa carencia de excepciones. Yo no sé, che, habría que intentar otro camino.

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...Y no le hablo con las palabras que sólo han servido para no entendernos, ahora que ya es tarde empiezo a elegir otras, las de ella, las envueltas en eso que ella comprende y que no tiene nombre, auras y tensiones que crispan el aire entre dos cuerpos y llenan de polvo de oro una habitación o un verso. ¿Pero no hemos vivido así todo el tiempo, lacerándonos dulcemente? No, no hemos vivido así, ella hubiera querido pero una vez más yo volví a sentar el falso orden que disimula el caos, a fingir que me entregaba a una vida profunda de la que sólo tocaba el agua terrible con la punta de pie. Hay ríos metafísicos, ella los nada como esa golondrina está nadando en el aire, girando alucinada en torno al campanario, dejándose caer para levantarse mejor con el impuso. Yo describo y defino y deseo esos ríos, ella los nada. Yo los busco, los encuentro, los miro desde el puente, ella los nada. Y no lo sabe, igualita a la golondrina. No necesita saber como yo, puede vivir en el desorden sin que ninguna conciencia de orden la retenga. Ese desorden que es un orden misterioso, esa bohemia del cuerpo y el alma que le abre de par en par las verdaderas puertas. Su vida no es desorden más que para mí, enterrado en perjuicios que desprecio y respeto al mismo tiempo. Yo, condenado a ser absuelto irremediablemente por la Maga que me juzga sin saberlo. Ah, dejame entrar, dejame ver algún día como ven tus ojos.
Inútil. Condenado a ser absuelto. Vuélvase a casa y lea Spinoza. La Maga no sabe quién es Spinoza. La Maga lee interminables novelas de rusos y alemanes y Pérez Galdós y las olvida enseguida. Nunca sospechará que me condena a leer a Spinoza. Juez inaudito, juez por sus manos, por su carrera en plena calle, juez por sólo mirarme y dejarme desnudo, juez por tonta e infeliz y desconcertada y roma y menos que nada. Por todo eso que sé desde mi amargo saber, con mi podrido rasero de universitario y hombre esclarecido, por todo eso, juez. Dejate caer, golondrina, con esas filosas tijeras que recortan el cielo de Saint-Germain-des-Prés, arrancá estos ojos que miran sin ver, estoy condenado sin apelación, pronto a ese cadalso azul al que me izan las manos de la mujer cuidando a su hijo, pronto la pena, pronto el orden mentido de estar solo y recobrar la suficiencia, la egociencia, la conciencia. Y con tanta ciencia una inútil ansia de tener lástima de algo, de que llueva aquí dentro, de que por fin empiece a llover, a oler a tierra, a cosas vivas, sí, por fin a cosas vivas.

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Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

CIELO
Julio Cortázar

jueves, 18 de junio de 2009

¿Cuánto puede contener, pues, un momento?

"...que mis ojos, al mirar los ojos de un otro, pueden encontrar, más allá del reflejo de uno mismo, mundos distintos."
Me mató esta nota...

(Che, qué reflexiva estoy últimamente, eh...)

domingo, 7 de junio de 2009

La mirada

Una lenta voluta de humo sale de la boca del Viejo Antonio que la mira y, con su mirada, le empieza a dar forma de signo y de palabra. Al humo y la mirada, siguen las palabras del Viejo Antonio...

"Mira Capitán (porque debo aclararles que en el tiempo en que yo conocí al Viejo Antonio tenía yo el grado de Capitán Segundo de Infantería Insurgente, lo que no dejaba de ser un típico sarcasmo zapatista porque sólo éramos 4 - desde entonces el Viejo Antonio me llama "Capitán"), mira Capitán, hubo un tiempo, hace mucho tiempo, en que nadie miraba. No es que no tuvieran ojos los hombres y mujeres que se caminaban estas tierras. Tenían de por sí, pero no miraban. Los dioses más grandes, los que nacieron el mundo, los más primeros, no dejaron claro el para qué o el por qué de cada cosa. Y una de estas cosas eran los ojos. ¿Acaso habían dejado dicho los dioses que los ojos eran para mirar? No pues. Y entonces ahí se andaban los primeros hombres y mujeres que acá se caminaron, a los tumbos, dándose golpes y caídas, chocándose entre ellos y agarrando cosas que no querían y dejando de tomar cosas que sí querían. Así como de por sí hace mucha gente ahora, que toma lo que no quiere y le hace daño, y deja de agarrar lo que necesita y la hace mejor, que anda tropezándose y chocando unos con otros. O sea que los hombres y mujeres primeros sí tenían unos sus ojos, sí pues, pero no miraban. Y muchos y muy variados eran los tipos de ojos que tenían los más primeros hombres y mujeres. Los había de todos los colores y de todos los tamaños, los había de diferentes formas. Había ojos redondos, rasgados, ovalados, chicos, grandes, medianos, negros, azules, amarillos, verdes, marrones, rojos y blancos. Sí, muchos ojos, dos en cada hombre y mujer primeros, pero nada que miraban.

Y así se hubiera seguido todo hasta nuestros días si no es porque una vez pasó algo. Resulta que estaban los dioses primeros, los que nacieron el mundo, los más grandes, haciendo una su bailadera porque agosto era, pues, mes de memoria y de mañana, cuando unos hombres y mujeres que no miraban se fueron a dar a donde estaban los dioses en su fiestadero y ahí nomás se chocaron con los dioses y unos fueron a dar contra la marimba y la tumbaron y entonces la fiesta se hizo puro borlote y se paró la música y se paró la cantadera y pues también la bailadera se detuvo y gran relajo se hizo y los dioses primeros de un lado a otro tratando de ver por qué se detuvo la fiesta y los hombres y mujeres que no miraban se seguían tropezando y chocando entre ellos y con los dioses. Y así se pasaron un buen rato, entre choques, caídas, mentadas y maldiciones.

Ya por fin al rato como que se dieron cuenta los dioses más grandes que todo el desbarajuste se había hecho cuando llegaron esos hombres y mujeres. Y entonces los juntaron y les hablaron y les preguntaron si acaso no miraban por dónde caminaban. Y entonces los hombres y mujeres más primeros no se miraron porque de por sí no miraban, pero preguntaron qué cosa es "mirar". Y entonces los dioses que nacieron el mundo se dieron cuenta de que no les habían dejado claro para qué servían los ojos, o sea cuál era su razón de ser, su por qué y su para qué de los ojos. Y ya les explicaron los dioses más grandes a los hombres y mujeres primeros qué cosa era mirar, y los enseñaron a mirar.

Así aprendieron estos hombres y mujeres que se puede mirar al otro, saber que es y que está y que es otro y así no chocar con él, ni pegarlo, ni pasarle encima, ni tropezarlo.

Supieron también que se puede mirar adentro del otro y ver lo que siente su corazón. Porque no siempre el corazón se habla con las palabras que nacen los labios. Muchas veces habla el corazón con la piel, con la mirada o con pasos se habla.

También aprendieron a mirar a quien mira mirándose, que son aquellos que se buscan a sí mismos en las miradas de otros.

Y supieron mirar a los otros que los miran mirar.

Y todas las miradas aprendieron los primeros hombres y mujeres. Y la más importante que aprendieron es la mirada que se mira a sí misma y se sabe y se conoce, la mirada que se mira a sí misma mirando y mirándose, que mira caminos y mira mañanas que no se han nacido todavía, caminos aún por andarse y madrugadas por parirse.

Y ya que aprendieron esto, los dioses que nacieron el mundo les encargaron a estos hombres y mujeres, que habían llegado tropezando, chocando y cayendo con todo, la tarea de enseñarles a los demás hombres y mujeres cómo se miraba y para qué es el mirar. Y ahí aprendieron los diferentes a mirar y mirarse.

Y no todos aprendieron porque ya el mundo se había echado a andar y ya andaban los hombres y mujeres por todos lados, tropezando, cayéndose y chocando unos con otros. Pero unos y unas sí aprendieron y éstas y éstos que aprendieron a mirar son los llamados hombres y mujeres de maíz, los verdaderos."

Quedó en silencio el Viejo Antonio. Yo lo miré mirarme mirarlo y volteé la vista mirando cualquier rincón de esa madrugada.

El Viejo Antonio miró lo que yo miraba y, sin decir ninguna palabra, agitó con su mano la encendida colilla de su cigarro de doblador. De pronto, convocada por el llamado de la luz en la mano del Viejo Antonio, una luciérnaga salió del rincón más oscuro de la noche y trazando breves serpentinas luminosas, se acercó hasta donde el Viejo Antonio y yo estábamos sentados. Tomó el Viejo Antonio la luciérnaga con sus dedos y, dándole un soplo, la despidió. Se fue la luciérnaga hablando su luz tartamuda.

Un rato siguió la noche de abajo oscura.

De pronto, cientos de luciérnagas empezaron su brilloso y desordenado baile y ahí, en la noche de abajo, había de pronto tantas estrellas como la que en la noche de arriba vestía el agosto de las montañas del Sureste Mexicano.

"Para mirar, y para luchar, no basta saber a dónde dirigir miradas, paciencia y esfuerzos" -me dijo el Viejo Antonio ya incorporándose- "es necesario también empezar y llamar y encontrar a otras miradas que, a su tiempo, empezarán y llamarán y encontrarán a otras más.
Así, mirando el mirar del otro, se nacen muchas miradas y mira el mundo que puede ser mejor y que hay lugar para las miradas todas y para quien, aunque otro y diferente, mira mirar y se mira a sí mismo caminando la historia que falta todavía".

Se fue el Viejo Antonio. Yo seguí sentado toda la madrugada y, cuando encendí de nuevo la pipa, mil luces abajo encendieron la mirada y hubo luz abajo, que es donde debe haber luz y múltiples miradas...

Hermanas y hermanos maestros y estudiantes:
Esperamos que este encuentro tenga éxito y les permita a ustedes conocer y entender nuestra mirada.
Queremos repetirles que son bienvenidas y bienvenidos a estas tierras.
Sabemos bien que su mirada sabrá mirarnos mirarlos y que, luego, su mirada convocará a otras más, a muchas y habrá camino y luz y, un día, ya nadie tropezará de madrugada...
Vale. Salud y para mirar lejos no son necesarios unos binoculares, sino el largavista que la dignidad regala a quien la lucha y vive.

Desde las montañas del Sureste Mexicano
Subcomandante Insurgente Marcos
México, agosto de 1999

martes, 2 de junio de 2009

Crisis

"Crisis. Se ha roto algo. Se ha roto el piso, la base de aquello que se vive. Mientras vivimos, no pensamos en lo que estamos viviendo. Cuando vamos al cine y nos entregamos a la película, nos olvidamos de que estamos en el cine viendo una película. Pero si de pronto hay un corte de luz, despertamos y tomamos conciencia: estamos en un cine viendo una película y algo está fallando. Pensamos qué hacer. ¿Quedarnos? ¿Esperar? ¿Volverá la luz? (¿Llamo a Edenor?) ¿Valía la pena venir al cine?.
Uno piensa en el cine cuando no va al cine, o cuando va y algo no funciona como debería funcionar. Crisis significa eso, algo que se rompe, y porque se rompe, hay que analizarlo."
Jaime Barylko

Me estoy haciendo muy amiga de la palabra crisis. Paso todo el día con ella, y también algunas noches...


sábado, 23 de mayo de 2009

El afán de querer dilucidar qué es la trascendencia


"Para ver el mundo en un grano de arena, y el Cielo en una flor silvestre, abarca el infinito en la palma de tu mano, y la eternidad en una hora. Aquel que se liga a una alegría, hace esfumar el fluir de la vida; aquél quien besa la joya cuando ésta cruza su camino, vive en el amanecer de la eternidad."
William Blake, 1809

Siento tan actual este texto... y me replanteo, yo que había juzgado y me había reído de la Modernidad Líquida en la cual navegamos, si al fin y al cabo no es una forma más de vivir, de disfrutar el presente, porque no sabemos qué pasará después, porque nos podemos morir mañana... y que podemos pasar a la eternidad en los corazones que tocamos y con los que nos pudimos conectar felizmente en los momentos que tuvimos juntos...
Escribo raro, nunca puedo terminar bien la idea. Es mi forma particular de comunicarme, dejo puntos suspensivos para que el otro, del otro lado, colabore con sus ideas. Y ahí retomo otra vez si es la misma corriente, o me dejo llevar... y pierdo el cauce que había elegido...

jueves, 7 de mayo de 2009

En busca de la seguridad

●๋• Lady Nath •๋● dice:
estoy re adolescente, adolezco de ideas, de firmeza
●๋• Lady Nath •๋● dice:
re flogger
FLOPI dice:
entremos a una tribu urbana
●๋• Lady Nath •๋● dice:
dale a cual
FLOPI dice:
las inseguras jaj
insure
fundemosla
●๋• Lady Nath •๋● dice:
JJAJAJAJAJAJA
FLOPI dice:
jja
in-sure
jajajajajja
●๋• Lady Nath •๋● dice:
cómo nos vestimos?
FLOPI dice:
nos vestimos con candados, cadenas y persiana
porq como inseguras necesitamos seguridad jajjaa
●๋• Lady Nath •๋● dice:
y con ropa de nuestras mamás, abuelas
FLOPI dice:
bueno
pero q cuelgue por todos lados
●๋• Lady Nath •๋● dice:
dale
FLOPI dice:
prendedores con candaditos
●๋• Lady Nath •๋● dice:
podemos colgarnos chupetes y usar bastones como representando esa ambigüedad
FLOPI dice:
si tambien
babero?
●๋• Lady Nath •๋● dice:
me gusta
FLOPI dice:
y zapatos ortopedicos
ah y frenos
●๋• Lady Nath •๋● dice:
o esas de rana, las de los buzos
porque necesitamos mucha base de sustentacion
FLOPI dice:
ah tambien
y en el pelo, nos podemos poner las hebillas
de cordones de colores te acordas?
jajajaja
●๋• Lady Nath •๋● dice:
de colores fluorescentes; y ahí tenemos el toque flogger
igual me mató lo de los candados
●๋• Lady Nath •๋● dice:
podemos pedirle a Pentágono que nos esponsoree
hacer un blog y poner un link al Ministerio de Seguridad...
FLOPI dice:
si tenes razon
FLOPI dice:
es calve el tema del financiamiento
claro porq necesitamos seguridad entendes?
si hubiera carceles portatiles podriamos vestirnos con ellas
pero prefiero la ambiguedad
●๋• Lady Nath •๋● dice:
decís de andar entre rejas?
FLOPI dice:
para sentirnos seguras
●๋• Lady Nath •๋● dice:
querés ser in-sure 1 y yo te segundeo?
podemos hacer un grupo de facebook con este chat como basamento
FLOPI dice:
si
podemos hacer muchas cosas, pasa q somos inseguras
jejeje y no nos vamos animar jejeje
●๋• Lady Nath •๋● dice:
tenés razón
cuestión... podríamos tener un slalom
"luchemos contra la inseguridad" está muy trillado
van a creer que vivimos en nuñez o que somos fans de blumberg
"en busca de la seguridad"
FLOPI dice:
claro
●๋• Lady Nath •๋● dice:
"cómo mierda se afianza uno en la vida"
FLOPI dice:
mm
●๋• Lady Nath •๋● dice:
"cómo amar tu vida y no morir en el intento"
FLOPI dice:
pero parece de autoayuda
●๋• Lady Nath •๋● dice:
mucho coelho leído en años adolescentes, perdón
●๋• Lady Nath •๋● dice:
las dos tenemos una foto adentro de un auto viste?
FLOPI dice:
uff viste tenes razon
nos dara seguriadad?
●๋• Lady Nath •๋● dice:
sí, como que nos sentimos acompañadas
igual... va más allá del compañerismo
FLOPI dice:
claro q va mas alla
el auto te lleva jeej
es mas
estamos sentada atrás para q nos lleven
●๋• Lady Nath •๋● dice:
!!!!!!!!!
FLOPI dice:
no podemos guiar nosotras!
no podemos conducir!!!
ahhhh
●๋• Lady Nath •๋● dice:
ahí esta!!!!!!!
ESA ES LA CLAVE
no nos podemos imponer
nos cuesta decir las cosas tanto... TANTO
FLOPI dice:
y....
el tema es un dia de nuestras vidas
no dejar q nos conduzcan la vida
toma el volante
el q quiere sentarse atras, subrise
y seguirnos bien y el q no, q se baje
●๋• Lady Nath •๋● dice:
sabiendo que nos podemos quedar solas con esa decisión
FLOPI dice:
eso lo pensas porq sos insegura
●๋• Lady Nath •๋● dice:
obvio
lo peor de todo es que no nos permitimos disfrutar el placer que da la seguridad, porque lo sabemos: lo tiene
FLOPI dice:
obvio...
siempre digo, q es mediocre pensar
o conformista, pensar q ser inseguro esta bueno
porq significa somos humildes
naaa
ser humidle es una cosa
y ser inseguro es otra
●๋• Lady Nath •๋● dice:
es como que vivimos en un flagelo constante viste?
tenemos cosas de masoquistas
FLOPI dice:
seee
hasta q te pasa algo malo de verdad
q te excede
q no esta en tus manos
y decis q pelotuda
●๋• Lady Nath •๋● dice:
podemos usar un látigo
o sea podemos tomar cosas de todas las tribus...
porque no estamos seguras ni de la nuestra propia
FLOPI dice:
claro
por eso tiene q ser un mejunje
porq no podemos decidir nada
entocnes tomamos un poco de todo
y no somos nada
●๋• Lady Nath •๋● dice:
no somos originales...
FLOPI dice:
claro... no
pero queremos serlo q triste
●๋• Lady Nath •๋● dice:
pero medio que estamos inmiscuídas en una cultura así, vaga, que toma cosas de todos lados
cualquier cosa viene bien
FLOPI dice:
seee
bueno.. .te diria q es como la carrera ciencias de la comunicacion
jajajaa

lunes, 13 de abril de 2009

Como cuando tenía 14

"Anoche me subí arriba del tanque de agua". En realidad no es arriba, es al lado... y en realidad anoche no me hizo falta subir tan alto. Anoche subí a la terraza y me quedé en unos escalones viendo lo mismo que se puede ver desde más arriba: la luna, las estrellas, el pulmón de manzana y las luces de mi barrio.
Y me di cuenta que:
1- era una noche hermosa más
2- pasaron 10 años desde que descubrí ese momento para mí
3- mis problemas, vistos desde esa altura, eran mínimos: ¡hasta me pareció que no tenía problemas!; de chiquita yo sentía que vivía entre mares de lágrimas y problemas, pero cuando subía... ellos eran sólo charquitos vistos desde ahí
4- siento que por fin estoy empezando mi vida, eligiendo exactamente las cosas que quiero hacer, amando a las personas que quiero amar, cambiando para poder seguir cambiando
5- sólo me faltabas vos, para compartirte mis ocurrencias, para que les des una "vuelta de tuerca" más...

Y en eso me puse a observar la alternancia de las luces rojas de dos pararrayos de unos edificios de la otra cuadra. Cada luz iba a su ritmo, y fue mágico darme cuenta que pasados los segundos esas luces titilaban al mismo tiempo: se prendieron y apagaron juntas dos veces... después de eso se desacoplaron otra vez, pero a cada ratito volvían a titilar juntas.
Y esto va a cuento de cierta analogía que me parece que pasa con todas las relaciones que uno mantiene en la vida... cada uno sigue su vida a su ritmo, y va encontrándose por el camino con otras vidas... la magia viene en ese encuentro y en el reencuentro, y qué encantadores son esos momentos. Y cuando el compás no acompaña... a seguir bailando, para que en el próximo encuentro tengamos cosas para contar.

jueves, 9 de abril de 2009

La historia de la medida de la memoria

http://albertusko.files.wordpress.com/2008/04/la_persistencia_de_la_memoria.jpg


Cuentan los viejos más viejos de los nuestros, que los más primeros dioses, los que nacieron el mundo, repartieron la memoria entre los hombres y mujeres que caminaban el mundo. Buena es la memoria -dijeron y se dijeron los más grandes dioses- porque ella es el espejo que ayuda a entender el presente y que promete el futuro.

Con una jícara hicieron los más primeros dioses la medida para repartir la memoria y fueron pasando todos los hombres y mujeres a recibir su medida de memoria. Pero resulta que unos hombres y mujeres eran más grandes que otros y entonces la medida de memoria no se veía igual en todos. Los más pequeños la brillaban más plena y en los más grandes se opacaba. Por eso dicen que dicen que la memoria es más grande y fuerte en los pequeños y es más difícil de encontrar en los poderosos. Por eso dicen también que los hombres y mujeres se van haciendo cada vez más pequeños cuando envejecen. Dicen que es para que más brille la memoria. Dicen que ese es el trabajo de los más viejos de los viejos: hacer grande la memoria.

Y dicen también que la dignidad no es más que la memoria que vive. Dicen.

Vale. Salud y que la memoria cumpla su cometido, es decir, haga justicia.

Desde las montañas del Sureste Mexicano
Subcomandante Insurgente Marcos

martes, 7 de abril de 2009

La no-memoria del suéter


Destejé ese suéter
Destejé esa lana que tejí aguja con aguja
y hacé que esa lana, marcada, respire
Dejá que esa lana se vaya olvidando
poco a poco
su pasado,
que alguna vez fue suéter tejido
Dejemos que la lana logre eso
porque nosotros,
tanto tejedores como modelos de suéteres,
no nos olvidamos de lo vivido

Natalí '09

domingo, 5 de abril de 2009

Bertrand Russell el otro día me dijo...

... que el amor que consigue libertarse de toda tendencia hacia la tiranía puede proporcionar un placer más exquisito, más dulce, más capaz de transformar el bajo metal de la vida diaria en el oro puro del éxtasis místico, que toda otra emoción asequible al hombre que lucha por conservar su ascendencia en este mundo movedizo.

Y no creo que esté muy equivocado que digamos...

(¿Qué entienden ustedes por tiranía?)

viernes, 3 de abril de 2009

Solas No Más, sólo en el teatro

Solas no más Teatro Cartelera

Una de las seis definiciones que la Real Academia Española ofrece sobre la soledad reza: carencia voluntaria o involuntaria de compañía. Ese es el puntapié inicial de la historia de Clara y Alejandra, dos chicas que desean conocer “gente” nueva –hombres, básicamente- y deciden llamar a un aviso publicado en una revista femenina en donde un tal Germán será el galán que las acompañe por una noche. Una cita a ciegas que se convertirá en un hito en sus vidas.

Solas No Más comienza con la presentación de una performance a cargo de Magali Romero, Natalia Pascale y Florencia Navarro que adelanta el tema sobre el cual gira la pieza teatral central: las mujeres y la soledad entre los veintitantos y los treinta y pocos. Si bien queda explícita la cuestión de la soledad amorosa, la cosa va más allá. Se trata de una soledad existencial, en donde lo que hacen, dicen o piensan parecieran ser experiencias que sólo les pasa a ellas, imposibles de ser comprendidas. Tal como si cada uno de los personajes se manejase en su propio mundo, con sus propios problemas y desgracias, incapaces de compartirlos con alguien. ¿Esto no es acaso esa carencia voluntaria? ¿Qué nos lleva a encerrarnos en nosotros mismos y no poder abrirnos a los otros, que de alguna forma u otra siempre pueden ayudarnos? Da la impresión que hay experiencias en la vida que son universales, que a todos nos pasan, pero causan tanto dolor que sólo se comparten con unos pocos o con nadie.

En tono de comedia negra, Clara (Gisela Sabatella) y Alejandra (Mariela Rodríguez) se encargan de conducir al público por los caminos de sus propias miserias. Con personalidades bien coloridas, cada personaje juega sus cartas con sus desdichas a flor de piel . La obra plantea dos caras de la soledad, la del pesimismo, por un lado y la de la esperanza, por el otro. Así son Clara y Alejandra. La primera con una actitud apesadumbrada frente a la situación que le toca vivir y con el peso de esperar siempre lo peor de cada situación. La segunda con un toque de histrionismo que le permite ver las cosas –o creer que las ve- color de rosas, llegando a superar los niveles de tolerancia de su compañera de departamento. El trío en escena lo completa Matías Herrera quien en la piel de invitado cumple su rol a la perfección logrando que su participación no pase inadvertida.

Como dijimos, el desencadenante es una cita a ciegas, una cena organizada por Clara a la espera de un invitado que logre sacar a ambas amigas del letargo de una vida rutinaria que las agobia. En tono de comedia, que a veces roza con el drama, los actores logran arrancar más de una carcajada y por qué no reflexiones acerca del existir, vivir y morir en un mundo en el que tal vez muchas personas -muchas más que las que te estás imaginando- no encuentren con quien superar su propia soledad, la existencial. Y no sólo a alguien que les diga: ¡salud!, cuando estornudan.

Ver nota en su sitio original

domingo, 29 de marzo de 2009

El deseo



"Un día me fui al mar, y no me sentí muy bien.

Entonces caminé hasta las rocas q hay debajo del Torreón y traté de sentirme.
Y en un instante entendí mi enfermedad y mi sanación…y en medio de ésa lucha entre mente y corazón volvió a mi rescate Walt Whitman con la frase q tanto me abraza: “No es que me contradiga…en mi conviven multitudes”, a lo que yo agrego sin ninguna humildad: así que solo las dejo aparecer.
Pensé en tanta gente, en tantas personas a las que quisiera ver plenos y felices.
Recordé que hay epidemias actuales como las crisis de ansiedad y angustia, los ataques de pánico, la obesidad, la diabetes….y tantas sensaciones q no dejan vivir en paz, y me dije q quizás tenía sentido compartir lo que sigue.
Después saqué del morral anotador, lápiz y escribí.

He escuchado del deseo desde el punto de vista psicológico y no creo estar hablando de ése deseo (o quizás si).
De todas maneras no apunto a ése lugar.
Es más, no apunto a ningún lado, ni siquiera apunto.
Pero es ésta una forma también de presentarme y decir lo que yo soy cuando me detengo y me afirmo en ese espacio q di en llamar: deseo…casi casi mi pulsión de vida.

Vivir desde el deseo y sin reprimirlo, exalta el espíritu, calma completamente la ansiedad, mejora la luminosidad de la piel, devuelve el brillo a la mirada y a las relaciones con los otros.
Vivir desde el deseo y sin concesiones exorciza enfermedades de cualquier origen y estilo.
Vivir desde el deseo sirve de ejemplo a generaciones futuras y debiera (siiii! Ya sé…pero igual debiera) ser motivo de orgullo para quienes nos han parido o gestado.
Vivir desde el deseo, es casi un antojo de mujer embarazada.
Algo de lo q si uno se priva puede devenir en manchas o deformidades, no de la piel y órganos…pero en tantos otros espacios del microcosmos que somos.
No se debiera vivir sino desde el deseo.
Y yo sé!! Que ésto es molesto de ver en el otro, porque nos recuerda nuestras propias omisiones…y que muchas veces transforma a quien hace el intento diario de vivir desde el deseo en “la bruja del espejo”.

Pero, también sé que quizás por eso y sólo por eso me mantengo viva y con aliento.
Con lo cual debo decir me queda una sola opción.
O vivo así…o me extingo.
Elijo entonces vivir así. Y al que le quede bien el poncho, que se lo ponga!!!

Cuando contradigo mi deseo, contradigo mi naturaleza, peco contra “lo sagrado que yo soy” y me vuelvo un poco más triste, menos salvaje, más detestable y menos sana.
Vivir contra el deseo es prácticamente odiarme generar una onda expansiva que afecta a todo mi entorno.

Así es que voy…amando mi humanidad y caminando como un ser que no puede dejar de amar. A eso voy.

El deseo no es capricho, el deseo es mi única razón de existencia.
Es lo único y todo lo que soy.
Si me paro en otro espacio sencillamente voy esfumándome hasta desaparecer.
Si me paro en otra parte me pongo al borde de un abismo con mi propio eje inclinado hacia el vacío. Eso es.
Eso soy, y eso dejo de ser cada vez que no me siento bien.

Eso quizás te pase a vos también.
Por eso salto la muralla del miedo al ridículo y por eso cometo la impertinencia de escribirlo, para acompañarte y nada más."

Encontrado en: http://elllanoenllantas.blogspot.com/2009/03/devolucion.html

Yo una vez sentí todo esto, en la playa también, en un atardecer del noviembre pasado. Me sentí enamorada de mi misma, centrada en lo que estaba haciendo y en lo quería hacer. Y si bien no perduró esa revolución de sentimientos, y me volví a equivocar y a olvidar de mí un par de veces más... está bueno volver a descubrirse aprendiz de la vida, despertar el deseo de vivir la vida que uno quiere vivir, tocar las vidas que sabemos nunca nos van a olvidar. Saber que si bien no tenemos la respuesta al "sentido de la vida" escrito en un papelito en el bolsillo, tenemos al deseo, motor y calor de las ideas, de los sueños, del corazón.

jueves, 5 de marzo de 2009

Amorosa Soledad, sólo en cines


A Soledad la abandona su novio. A partir de ese momento, resuelve estar sola por los próximos "2 o 3 años" de su vida y evitar otro fracaso amoroso. Desde que toma esa decisión, lo único que hace es trabajar a favor de su propia contradicción...

El arte de correrse del eje de uno, de poner el faro en la otra persona... en esa persona que nos gusta, de la que nos enamoramos. ¿Cómo no perderse? ¿Cómo hacer para mantenerse en el mismo lugar... o mejor dicho, caminar, crecer y cambiar juntos, sin elevar en un pedestal al otro? Tal vez sea viendo la realidad, empezando por valorarse a uno mismo.

Soledad, que cree estar enferma casi todo el tiempo, conoce a un hombre con el que las cosas parecen fluir de una manera inesperada, pero en ese mismo momento su ex la llama para decirle que quiere volver. El reencuentro la obliga a tener que tomar una decisión.
Una madre ocupada por su imagen que no deja de llamarla por teléfono y no la visita, un padre al que casi no ve y un socio confidente al que abruma con sus problemas completan el abismal, luminoso y apasionante mundo de Soledad.

viernes, 13 de febrero de 2009

El miedo

Ayer hablaba con una amiga... y nos dimos cuenta que muchas conductas humanas son fruto del miedo... como por ejemplo el miedo a entablar nuevas relaciones. Bah, tal vez el miedo no sea a entablar la relación, sino el miedo a lo que sigue, el de perderla... o perder lo que antes se tenía.
"Filosofar es perder el miedo a la muerte".

Textos sobre el miedo, de Don Eduardo Galeano

El gran negocio del crimen y el miedo sacrifica la justicia


En un mundo que prefiere la seguridad a la justicia, hay cada vez más gente que aplaude el sacrificio de la justicia en los altares de la seguridad. En las calles de las ciudades se celebran las ceremonias. Cada vez que un delincuente cae acribillado, la sociedad siente alivio ante la enfermedad que la acosa. La muerte de cada malviviente surte efectos farmacéuticos sobre los bienvivientes. La palabra farmacia viene de pharmakos, que era el nombre que daban los griegos a las víctimas humanas de los sacrificios ofrendados a los dioses en tiempos de crisis.

El miedo global

Los que trabajan tienen miedo de perder el trabajo.
Los que no trabajan tienen miedo de no encontrar nunca trabajo.
Quien no tiene miedo al hambre, tiene miedo a la comida.
Los automovilistas tienen miedo de caminar y los peatones tienen miedo de ser atropellados.
La democracia tiene miedo de recordar y el lenguaje miedo de decir.
Los civiles tienen miedo a los militares, los militares tienen miedo a la falta de armas, las armas tienen miedo a la falta de guerras.
Es el tiempo del miedo.
Miedo de la mujer a la violencia del hombre y miedo del hombre a la mujer sin miedo.
Miedo a los ladrones, miedo a la policía.
Miedo a la puerta sin cerradura, al tiempo sin relojes, al niño sin televisión, miedo a la noche sin pastillas para dormir y miedo al día sin pastillas para despertar.
Miedo a la multitud, miedo a la soledad, miedo a lo que fue y a lo que puede ser, miedo de morir, miedo de vivir…

Ventana sobre el miedo

El hambre desayuna miedo.
El miedo al silencio aturde las calles. El miedo amenaza.
Si usted ama, tendrá sida.
Si fuma, tendrá cancer.
Si respira, tendrá contaminación.
Si bebe, tendrá accidentes.
Si come, tendrá colesterol.
Si habla, tendrá desempleo.
Si camina, tendrá violencia.
Si piensa, tendrá angustia.
Si duda, tendrá locura.
Si siente, tendrá soledad.

Agregadito:


X dice: porq el miedo? si se puede saber, claro esta
LN dice: salió de la charla filosófica en Palermo, empezamos a delirar que en el futuro en vez de conocer a gente en un boliche o que te presenten, vas a ir caminando por la calle y a la gente se le van a abrir ventanas virtuales onda facebook y vas a poder leer su nombre, su ideología política, sus creencias y su signo astrológico sin preguntarle siquiera… y si te interesa del todo, le das para adelante. El tema es que por qué estamos yendo a éso... (porque ya fb está revolucionando todo ese tema, o no sé si será solo fb, pero bueno) y sacamos la conclusión de que es porque tenemos miedo
X dice: puede ser, tbn tiene q ver con q antes no existian estas plataformas entonces nadie sabe a donde va a ir a parar, pero es cierto eso de q la gente tiene mas "miedo" es como q todos estamos mas paranoicos y eso se podria enganchar con los docu q me pasaste la otra vez, no? podrias poner un link a ese post tbn

viernes, 6 de febrero de 2009

Un lujo

La semana pasada fui a visitar a mi abuela. Ella es evangelista y yo no tuve mejor idea que llevarme para leer "Por qué no soy cristiano" de Bertrand Russell. Una vez que terminó la ronda de puesta al tanto con ella y mis tíos y tras una subrepticia huída a sus constantes intentos de convertirme, fui a forrar las tapas del libro con una hoja de una revista para no entristecerlos si me agarraban leyendo. Pero como las cosas no siempre suceden de la forma que lo esperamos, mi abuela, antes de irnos a dormir, me pescó con las manos en la masa. El diálogo fue el siguiente:
- Qué estás leyendo?
- Eh... un libro de filosofía
- Y cómo se llama?
- Eh... (me hice la que buscaba en la primera hoja...) mmm... (pasaban los segundos)
- Hace muchos años tu abuelo me recomendó leer un libro, creo que se llamaba "Por qué no soy cristiano" y la verdad que me abrió la cabeza pero después me di cuenta que no era tan así...
La miré atónita. Ya me había visto con el libro encima, forrado, y no pudo contenerse en abrirlo y leer de qué se trataba. Sé que le dolió porque yo estaba (estoy) replanteando todas esas (sus) enseñanzas... pero creo que a la vez lo respeta. Creo.

Hoy me llegó una carta de ella. De las de antes, postal. Me envió un librito. En la cartita adjunta, entre tantas cosas lindas, dice: "y te mando este devocional, para que leas cada mañana al desayunar con su contenido: la bendición de Dios! que tiene para cada uno que lo ama".
Le envié un sms agradeciéndole con todo mi amor (sí, SMS. No lo aclaré. Tiene 87 años. El otro día me manda de tarde, de la nada: "Que tal como estas disfrutando estos hermosos dias yo me estoy por tomar unos matecitos queres uno chau" - esta vez que fui le enseñé a poner signos de admiración, interrogación y puntos) porque defiende lo que cree. Y porque me ama!.

lunes, 2 de febrero de 2009

"Yo ya no soy yo, por lo menos no soy el mismo yo interior"

Una frase un poco ostentosa, ¿no? sólo le puede quedar bien a alguien que vivió una verdadera revolución productiva... aunque me pregunto si en realidad no nos pasa a todos... con más o menos resultados...
Cuando pienso en mi esencia (y prometo aflojar con la filosofía amateur en breve) a veces me veo igual que hace 10 años, con ciertas actitudes iguales frente a determinadas situaciones (¿qué es nuestra esencia? ¿la actitud frente a la vida, cómo nos relacionamos con las personas, lo que nos gusta hacer? pregunto como para consensuar y explicar a qué me refiero... sí, explico preguntando, cualquiera, ¿no?) y me alegro y me lleno de luz cuando noto las diferencias, el crecimiento, el desenvolvimiento, las enseñanzas que dejaron los palos recibidos. Pero me entristezco tanto cuando me doy cuenta que refloto errores, cuando no dejo llevarme por la corriente del río, cuando se me nubla la vista al completar la frase: "Lo que quiero hacer es:", cuando no soy la mujer decidida que quisiera ser...

(Como no se me ocurre un final "feliz" para la entrada puesto que no tengo conclusiones - ni decisiones, dejo esta música para... escuchar)


domingo, 18 de enero de 2009

Me estoy dando cuenta...

No puedo decir exactamente de qué. Pero me pasa ultimamente que leo cosas que están completamente relacionadas, sin saberlo de antemano. Por ejemplo, terminé 1984 hace unos días y eso me llevó a revisar las hojas de Modernidad Líquida instintivamente, lo juro... y entreví el individualismo hacia donde estamos yendo.
Otro ejemplo, me fui cruzando con unos textos sobre la mujer... y todos apuntan a lo mismo. Creo. Pero no lo puedo poner en palabras... Se los comparto.


En épocas remotas, las mujeres se sentaban en la proa de la canoa y los hombres en la popa. Eran las mujeres quienes cazaban y pescaban. Ellas salían de las aldeas y volvían cuando podían o querían. Los hombres montaban las chozas, preparaban la comida, mantenían encendidas las fogatas contra el frío, cuidaban a los hijos y curtían las pieles de abrigo.
Así era la vida entre los indios onas y los yaganes, en la Tierra del Fuego, hasta que un día los hombres mataron a todas las mujeres y se pusieron las máscaras que las mujeres habían inventado para darles terror.
Solamente las niñas recién nacidas se salvaron del exterminio. Mientras ellas crecían, los asesinos les decían y les repetían que servir a los hombres era su destino. Ellas lo creyeron. También lo creyeron sus hijas y las hijas de sus hijas.

De Memoria del fuego/Los nacimientos, Eduardo Galeano


Me llevo un paquete vacío y arrugado de cigarrillos Republicana y una revista vieja que dejaste aquí. Me llevo los dos boletos últimos del ferrocarril. Me llevo una servilleta de papel con una cara mía que habías dibujado, de mi boca sale un globito con palabras, las palabras dicen cosas cómicas. También llevo una hoja de acacia recogida en la calle, la otra noche, cuando caminábamos separados por la gente. Y otra hoja, petrificada, blanca, que tiene un agujerito como una ventana, y la ventana estaba velada por el agua y yo soplé y te vi y ése fue el día en que empezó la suerte.
Me llevo el gusto del vino en la boca. (Por todas las cosas buenas, decíamos, todas las cosas cada vez mejores, que nos van a pasar).
No me llevo ni una sola gota de veneno. Me llevo los besos cuando te ibas (no estaba nunca dormida, nunca). Y un asombro por todo esto que ninguna carta, ninguna explicación, pueden decir a nadie lo que ha sido.

De Vagamundo y otros relatos, Eduardo Galeano


"A veces hablabas del amor de un modo que demostraba que se trataba de una experiencia personal. Te veo sentada en el crepúsculo de una tarde de invierno, con los dedos extendidos ante el fuego, contemplándolo fijamente y diciendo: "No, Stephen; no empieza así; no es cuando dos personas se sienten atraídas, sino en el momento en que comprenden que son distintas, tan distintas que resulta terriblemente doloroso, casi insoportable. Es como el polo Norte y el polo Sur. Es imposible estar más alejados, pero al mismo tiempo no puede haber dos puntos más cercanos en la superficie terrestre, porque entre ambos existe un eje y todo gira a su alrededor."

De El mundo al atardecer (fragmento), Christopher Isherwood


“Mira muchacho —me dijo— la vida de un hombre no es más que la búsqueda de una mujer. Fíjate que digo ‘una mujer’ y no ‘cualquier mujer’. Y por ‘una mujer’, muchacho, me estoy refiriendo a una de “única”. El problema está en que el hombre siempre queda con la duda de si la mujer que encontró, si es que encuentra alguna, es esa ‘una mujer’ que estaba buscando. Yo ya estoy viejo y he descubierto una fórmula infalible para saber si la mujer que uno encontró es la ‘una mujer’ que estaba uno buscando...”
El viejo se detuvo a ver hacia todos lados, como temiendo que alguien más lo escuchara. Yo sentí que algo muy importante estaba a punto de serme revelado, así que puse cara de circunstancia y saqué discretamente un papelito y un lapicero para tomar nota, no fuera a ser que se me olvidara la fórmula (de por sí batallaba mucho con las matemáticas). El viejo carraspeó y, sin poner atención en mi papelito y mi lapicero, me confió:
“Si tú le dices a una mujer que te duele una muela y ella, en lugar de mandarte al dentista o darte un analgésico, te abraza y deja que recuestes la mejilla en sus pechos, entonces, muchacho, esa mujer es la ‘una mujer’ que andabas buscando...”

Fragmento de una carta del Subcomandante Marcos a Sabina