miércoles, 3 de febrero de 2010

Soy alta

La siguiente reflexión surgió charlando con una amiga (podría poner chateando, pero es con las pocas personas que me pasa que los "chats" son casi verdaderas charlas, como si la tuviera al lado... quizás es porque paso mucho tiempo con ella). Sus últimas líneas dijeron: "dejate de joder con esos blogss, para mi no hacen bien". Sin embargo, aquí voy, a explayarme sin timón ni timonel.

Desde chiquita me di cuenta que ser alta no estaba bueno. Sufría, vivía agachada, la última de la fila, la que "llega", que alcanzame ésto, que subime lo otro. Nunca lo ví como una cualidad. Nunca. Y aquí estoy cosechando una joroba enfrente de un monitor.
En fin. Todo esto iba porque mi amiga me recordó que mañana voy al psicólogo ("¿Si vas al psicólogo para qué escribís en un blog?" pensarán algunos. Les comento que la hora de consulta no me alcanza... y hablarle sobre traumas infantiles no me parece tan importante ahora como para que sean pagadas con lo que vale el tercio de un jean - uf, qué frívola) y me dijo "si te hace bien, lo vale".
¿Qué pude haber respondido yo? "Obvio" podría haber sido la respuesta de una persona simple, sin vueltas. Pero no... le respondí que los resultados son a largo plazo. Como soy corta (de mente) no puedo activar en breve. Es como que ahí es cuando la longitud de mi cuerpo va en concordancia con mi personalidad... todo lo enlentezco, lo alargo...

(Eh... dense cuenta que la introducción es más larga que lo que al final quería decir...).

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